viernes, 28 de septiembre de 2007

Mario de nuevo le estoy enviando mi correo electronico.

Estimado Manuel:
Traté de entrar en el sitio de internet que me envió, pero me encontré con varios problemas: 1) El texto es casi microscópico; imposible de leer, 2) El menú no permite hacer los enlaces del contenido. Favor de avisarme si estos problemas se han resuelto.

Con un saludo cordial,
MarioBencastro.
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Estimado Mario:
Le envío un saludo y también le notifico que ya puede abrir la pág. WEB: www.larendija.com
Me avisa si la pudo ver.

Manuel Elías.

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Estimado Manuel:

Muchas gracias por La Rendija, a la cual le haremos promoción en ArteNet cuando las cosas se normalicen aquí en Florida donde, desde hace una semana, estamos pasando situaciones bastante críticas: sin electricidad, agua potable, teléfono. Dicen que todo se arreglará en una semana. Veremos.

Mientras tanto, saludos cordiales,
Mario Bencastro.

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Estimado Mario:

Esperamos se encuentre bien después del viento fuerte y que su familia se encuentre bien.

Hoy que está funcionando el espacio de la Rendija, sería bueno que Ud. anucie en Arte-Net la página www.larendija.com
Esperamos verla en Arte- Net.

Saludos.
Manuel y Ricardo.
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Mario:
Con mucha dificultad hemos podido al fin, poner la página. Ya puede entrar a ella. Sin embargo adolece de errores ortogáficos que se van a solventar pronto. Esperamos mejorarla en el transcurso del tiempo.

Si Ud. puede anunciarla a través de Arte-net, se lo agradeceremos mucho.

Atentamente:
Manuel Elías.
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Estimado Manuel:
Muchas gracias por enviarme su nueva dirección electrónica. También le agradezco la linda postal. No le había contestado porque en estos días estoy bastante atareado por la publicación en EEUU de mi nueva novela "Viaje a la tierra del abuelo". Y como si eso fuera poco, acabo de cumplir 55 años de edad y he decidido jubilarme tempranamente de mi trabajo en Análisis de Sistemas de Computación, y mudarnos con mi esposa de Washington DC a Puerto Santa Lucía, Florida, para cambiar de clima y de vida, y dedicarme cien por ciento a la literatura. Así que todo eso se me ha juntado, y quiera Dios y el Destino que todo me salga bien. Es un gran paso en mi vida, como usted se podrá imaginar. Creo que tomar estos pasos es necesario para cambiar de vida y rejuvenecerse. Me siento agradecido con la vida porque me da esta oportunidad de cambiar de dirección, de clima, de casa, de trabajo racional a trabajo artístico. En Puerto Santa Lucía tambien vive nuestro amigo el pintor Carlos Mejía, con quien seremos vecinos. Espero que usted y su familia se encuentren bien. No deje de escribir y de enviarme sus escritos. Con un abrazo cordial,
Mario Bencastro.

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Mario de nuevo le estoy enviando el nuevo correo mio.
eliastauro@yahoo.com
espero me envíe lo último de Artenet
Manuel Elías

lunes, 24 de septiembre de 2007

La casa de los Massana en Suchitoto.

Nota del editor: estos correos se originaron del relato titulado "La casa de los Massana en Suchitoto" (también publicado en MEMORIALES página principal).

Para: conyelias01@yahoo.com

Hola Cony.

Gracias por tus sugerencias y conceptos escritos en anterior correo, el cual lo he recibido con mucha atención de mi parte.

Creo que se podría hacer mucho con ese primer borrador que
pretende recordar todo lo vivido en Suchitoto.
A mí las ganas no me faltan para seguir tecleando en este tablero digitador y contemplador del "escribidor" informal que soy. Sin embargo algo me detiene para continuar y a veces prefiero guardar los textos en el disco duro para
después sacarlos a la luz, cuando haya pasado algún tiempo, que es cuando la gramática funciona mejor; pues las tildes y las comas se me escapan fácilmente, así, como también, las palabras correctas.
De todas maneras, lo que tú sabes de Doña Teodocia, me parece fundamental para agregarlo en el trabajo que hoy por hoy, sólo ha sido el primer intento por abordar ese barco en el que tú, Rolando, mamá y yo, nos dirigimos un día hacia esa tierra de chiltotas y ríos con riberas limpias donde el campesino se lavó los pies por primera vez después de la Conquista. Hablo del barco del recuerdo.

Manuel.
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Para: "Manuel Elías"

Fecha: domingo 29 de agosto de 2004

Asunto: la casa de los Massana en Suchitoto

Hola Manuel.

Me gustó el relato y me hizo recordar los años más
felices de mi niñez. El olor y el sabor de la comida
siempre ha estado conmigo, recuerdo la esencia de café
para la leche; y la salsa inglesa (proveniente de
Inglaterra, efectivamente). El Viernes Santo comíamos
bacalao con garbanzos y los viernes de cuaresma el
arroz llevaba garbanzos también. Me atrevo a sugerirte
que hagás varios relatos, comprendidos en Recuerdos de
Suchitoto.

Don Manuel, a quien llamé papá, era directo en su hablar,
quizá ateo o masón pero noble de corazón. En su
agonía por el cáncer del hígado, yo de apenas 5 años,
con una velita encendida, dí vueltas alrededor de su cama
de moribundo, dizque como angelito, para ayudarlo a
bien morir. Es la agonía más triste que yo recuerdo
de un ser humano, quien era "mi papá". Cuando murió
quedé huérfana, pues nunca supe lo que es un papá.

Doña Teodocia, en su mecedora de inválida y con un
chal sobre sus hombros, tejía bellezas en crochet; o
rezaba el rosario. Me contaba de los grandes campos
que su padre sembraba (en España) de coles (repollos
para nosotros), y también de todo lo que sufrió al
lado de la tía Conchita (q.e. p.d.).

Cony
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Hola Cony.

Ronald me ha pedido que hable otra vez de mis experiencias que viví en Suchitoto. Aquí lo complazco con este borrador en letra chiquita.

LA CASA DE LOS MASSANA EN SUCHITOTO.

Por supuesto no sólo vamos a hablar de la casa, sino también de don Manuel y la señorita Teodocia, españoles de origen. Los dos eran hermanos.

La casa era enorme. Cubría casi, una manzana de terreno, ubicada frente a la plaza central del pueblo. Al frente podía observarse la blanca iglesia con sus campanarios con cúpulas relucientes de platos cerámicos, a los que se llegaba por un interminable caracol de baldosas derruidas por el paso del sacristán encargado de sonar las campanas todas las tardes a la hora del ángelus.

Todo lo que sé y recuerdo de estos españoles que vivieron en este pueblito encantador de calles empedradas, de casitas blancas, caballos, mulas, conejos, palomas de castilla; lo iré consignando en este recuento de lo vivido en ese lugar maravilloso donde como niño me tocó ver y sentir.

Don Manuel era de oficio mecánico. Constructor de muebles pintados a duco y además estaba al frente de la tienda en la que atendía a los campesinos en día domingo cuando llegaban a comprar pilas para lámpara, o algún corte de dril para el pantalón del estreno y lucirlo en alguna fiesta campesina.

Por un rato dejaremos a don Manuel y a su única hermana en su casa. Nos iremos por ahí caminando hacia el río, al Río Lempa. Pasaremos por lo que ahora es la casa de Alejandro Cotto, luego seguiremos cuesta abajo sobre la calle cubierta de polvo en pleno verano. Cortaremos jocotos que en esta época comienzan a madurar. Nos subiremos a los cercos de piedra donde suelen brotar la hermosa flor de izote y más de alguna lagartija nos saldrá a nuestro paso de cipote escuelero salido de las clases en busca de nuevas emociones...

Ya, frente a la ribera del río, nos encontramos con hermosas sandías cultivadas por los lugareños. Una barcaza cruza el ancho y caudaloso Lempa. Al otro lado un rancho de paja y árboles de amate forman el paisaje mientras unas codornices alzan el vuelo.

¡Quién tuviera alas para volar con ellas...!

REGRESO A CASA.

La cena está servida. Frijolitos volteados fritos con aceite de oliva, plátano al almíbar, café de olla, arroz a la valenciana con "petit-pois" , y el pan francés con ajo que no podía faltar. Todo este manjar preparado por la negra cocinera que allá en la amplia cocina de cuatro hornillas con chimenea y con leños encendidos todavía, se preparaba para llevar algo de comer en una canasta de bambú a sus hijos y a su esposo Adrián, quien más parecía un jugador de fútbol del equipo Santa Lucía que un obrero con empleo. (primera parte).

Pintar un retrato es difícil, no digamos describirlo en palabras. Pero haremos el intento.

Don Manuel Massana era un señor de alta estatura, vestía casi siempre un holgado overol con tirantes.

(Paréntesis personal).

Se preguntaran algunas personas el por qué escribo estas cosas cuando lo mejor sería ponerme a hacer ejercicios físicos como levantar pesas o manejar una bicicleta de turismo o de montaña e irme a mover las piernas sobre la calle nueva hacia Nejapa y Quezaltepeque donde podría encontrarme con mi doble en una de esas modernas pasarelas construidas con el sudor de la frente de tanto obrero mal pagado.

Se preguntarán esas personas por qué estoy usando esta extraña máquina computadora, en la que no encuentro la clave para transferir un texto guardado y poder enviarlo p0r correo electrónico a la dirección de un alma como la de mi amigo Urbano, mi doble hermano, quien posiblemente me esté esperando en el barandal de la pasarela sobre la pista que conduce al pueblo donde nació el pintor Noé Canjura.


Tantas cosas supongo, se preguntarán

Lo que yo podría decir, si es que me lo preguntaran directamente, sería: que no tengo respuesta ante tantas y tan variadas interrogantes. Al final, el único que puede responder por mí sería mi gran amigo Domingo Urbano, quien por ahora se encuentra ausente, gozando de unas largas vacaciones allá en La ANTIGUA donde todo es tranquilidad y los turistas pueden pasear en chores, sombreros y chancletas.

Mi doble es Genaro a secas, y anda por ahí con una libreta de dibujo haciendo apuntes en plena calle.

Agosto, 2004.






















martes, 18 de septiembre de 2007

Aquí en El Salvador hay que abrir Muchas pequeñas galerías.

Sábado 24 de agosto del 2004.
Estimado Ricardo:

"Aquí en El Salvador hay que abrir muchas pequeñas galerías de arte. Sacar algunas obras del actual museo llamado MARTE y exponerlas en estas galerías pequeñas para que todo mundo tenga acceso a ellas" -manifiesta el pintor Antonio Bonilla ante la mirada incrédula del escultor y cinasta Julio Reyes, quien al parecer no está de acuerdo con semejante idea.
Al otro lado de la calle se ve venir a paso lento al famoso crítico de arte Jorge Cornejo. Ya sentado junto a nosotros, Jorge comienza a hablar de lo que siempre habla. De los malos y buenos pintores y cómo él ha vivido sumergido por mucho tiempo en el estanque histórico de las artes plásticas, le dejamos decir lo que él siempre ha dicho, y se extiende como una sabia cotorra contándonos e ilustrándonos sobre el arte de la pintura. Nosotros no intervenimos para nada, salvo Antonio, quien siempre está dispuesto a discutir sobre algunos puntos ciegos que Cornejo, por razones del olvido, no logra esclarecer. La cerveza bien fría que Antonio Bonilla embulle, tiene una etiqueta pegada en la que se lee: "La nueva bohemia". Texto del que pienso podría servir para titular estas conversaciones irrelevantes de un grupito de artistas marginados por el tiempo y la soledad.
NOTAS DE DOMINGO URBANO.
Pasá la nota.
Manuel Elías
Tel 2320249 casa

Margaritas a los cerdos?

Martes 10 de Agosto del 2004.

Estimado Ricardo Humano:


¿MARGARITAS A LOS CERDOS?

NO REGUÉIS FLORES EN LODAZALES Y PEDREGALES, PORQUE EL LODO Y LAS PIEDRAS SE JUNTAN PARA FORMAR LA ARGAMAZA DE EMPRESAS PERIODÍSTICAS, DONDE EL DEPORTE DEL FÚTBOL Y LA FARÁNDULA SE OFRECE COMO DESAYUNO DIARIO; CON EL QUE SE ALIMENTA EMOCIONADO TANTO LECTOR APENDEJADO.

Domingo Urbano.
Manuel Elías
Tel 2320249 casa

domingo, 16 de septiembre de 2007

Alexandra Alex Ale.

Lunes 30 de agosto del 2004

Alexandra Alex Ale:

Por fin, de tanto insistir como un desesperado, pude entrar y leer tu correo: sólo lectura. Que es un poema a la vida escrito con mucha tristeza a ciertas horas- cuando a uno le sale el alma y dan deseos de volar...como tú dices.

Hoy que te encuentras postrada allí, junto con tu conciencia y almohada particular, no se me ocurre más que desearte una pronta recuperación y que el día de mañana amanezcas pensando en tus proyectos de futura cineasta.

"Gracias a la vida" es una canción muy reconfortante para animarse a seguir y tal como diría tu tío Roland, "La vida es un camino. Caminemos”. Con este pensamiento me despido, deseándote lo mejor por tu salud.

Tu tío Manuel.

Manuel Elías

eliastauro@yahoo.com

Tel 2320249 casa